Anoche tuve un sueño.
Ella estaba vestida toda de blanco,
El blanco que solo son de ángeles.
Pura, sin manchas, sin arrugas.
Tan pura que brillaba sola,
Irradiando calor y luz a mis amigos;
Su presencia tenía halos de oro.
La vi caminar como palomas
Blancas levantando el pecho
Que anidaba amor perfecto.
Llevaba, también una sombrilla
De tenue luz, opacada por ella.
Tenía gracia entera, total, toda.
Creí que se fijaría en mí.
No fue así, caminó como reina
Y era reina, tenía coronas
De luces eternas, eran del cielo.
La llamé, pero no escuchó mi voz
Quejumbrosa y vacía, me vi solo.
Llamé a mis amigos vestidos
También de blanco absoluto.
No me escucharon y que quedé
Tan solo, fundido en soledad.
Soledad que aun me duele.
Grité no fui oído.
¿Cómo iba a ser oído
Por la reina que solo bajó
Para hacerme saber
Que puedo morir sin ella?