Escribo con franqueza, y con melodía
Agradeciendo la poesía
Que sale por mis poros,
No quiero barrio rico ni acomodo,
Para escribir lo que siento,
Doy más de lo que recibo e intento,
Calmar las agonías, y las tristezas de los
Humanos,
Recito doy una mano, a veces doy las dos, no
me interesa la fama, ni el triunfo en sí
mismo, no.
Agradezco por cantar mis propias melodías,
Y a pesar que en la cima, no están mis
Palabras, doy al viento pasajero,
Mis poemas que circulan,
En un brote de agua fresca.
Este sale por la Montaña más intricada de la
sierra, que no para por la piedras que se
encuentran en el camino,
y se ríe del destino
hasta llegar al mar.
De nada vale especular, donde nacen las
estrellas,
si no crees que una de ellas,
puede ser tuya, y calmará ansiedades,
del diario y aprender el abecedario,
para crear poemas como yo.
No defraudes la palabra, que puede cambiar
tu vida, y en un desenfreno de fé,
te cambie el sabor del café,
que tomas cada mañana.
Será como cerrar las heridas de un amigo,
Que muere al lado tuyo, en una trinchera
Dentro de una guerra injusta.
Será como una fusta que golpea sin parar,
Llorarás como un niño,
Que ve a su madre partir,
Y solo tendrás que decir,
Que buenas son las palabras cuando no
quieren herir.