Juan C. Mirabal

El rostro de la fábula

El rostro de la fábula

 

                                                                             El hombre es enemigo de lo que ignora.

                                                                                               Proverbio árabe

 

Se acercan los camellos,

símbolos de resplandores, sobre la infinita arena.

El feroz olvido renueva viejos rostros

en su cuartel sangrado de euforias.

 

Nieva en los métodos un prodigio.

Una estela inconforme de disfraces

recompone el fuego de los aromas.

En medio de las pisadas tiembla una voz

solfeada de antorchas al fondo de las conspiraciones.

Un arcón, un ojo de cera apuntala los confines

de loto azul en arcilla

y velo de niebla.

 

Crecen las palmeras protegidas por el mito,

los signos que en la piedra permanecen,

la cosecha estival en el rostro de la fábula,

el coro de la muerte que descansa en cada huella.

 

La imaginación como refugio de los enigmas

contra la llama que arrastra el tiempo del ardor

cuando llueve un cielo faraónico de invisible esmeralda.