Te vi nuevamente y mi corazón reventó de emoción, te vi y sentí enseguida como aquella primera vez, aquella donde me robaste por completo las palabras, donde con una simple mirada mi alma gustosa de placer quedó prisionera en tus ganas de amar.
Te vi de nuevo como en cada mañana, como en cada anochecer antes de irme a dormir, te vi tan hermosa como siempre aunque sientas estar desgastada por tantos días difíciles, y aún con todo y eso, aunque el cielo se torne gris, estaré para ti, como lo estas para mi, estaré en cada caída para levantarnos juntos, seré pañuelo para tus lágrimas, seré más que solo un amor.
Y es que un para siempre se quedaría pequeño, aun no llevamos ni la primera década y ya deseo tanto estar contigo un siglo. Deseo ser yo siempre quien cause tus rabietas, a quien al llegar del trabajo le cuentes sobre tu día; deseo ser yo siempre al que le digas “gordo”, o simplemente “mi amor”.
Es más grande que todo, es una palabra que no existe, y de existir se quedaría corta, porque no hay alguna que puede describir estas ganas de amar, estas ganas locas de quererte, y si lleváramos una vida juntos, volvería nuevamente por un para siempre.
Henry Ruiz
12 DE ABRIL 2022
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