Largas zancadas
de pasos invisibles
se oyen llegar.
Guardas silencio,
quisieras que pasaran
y no te vieran.
Pero es el miedo.
No hay nadie que se acerque
y nadie viene.
Se van los días
y tú te vas con ellos
sin darte cuenta.
Supera el miedo.
Arriesga y da esos pasos
que necesitas.
Es una lucha
y tienes que afrontarla,
tarde o temprano..
Mira la noche,
sumérgete en las sombras.
Cierra los ojos.
Luego suspira
y pídele a la luna
lo que precisas.
En un susurro
suplícale ese besos
que tanto ansías.
Rafael Sánchez Ortega ©
13/04/22