A veces trituramos con los dientes
con los dientes de andar por casa
las castañuelas suenan y resuenan
y resoplan, en la cabaña, mujeres
y mujerzuelas; a veces en la cabaña,
los libros son triturados por dientes,
los conceptos, las ideas, son programadas
para su aniquilación, aunque pueda
ocurrir el milagro de una lágrima en una mejilla.
Es entonces que vuelvo a mi soledad
soledad de sótano encerrado y enclaustrado,
y miro, y prendo algún fósforo desprevenidamente,
hasta incendiar la casa.
©