Sé que algún día volverás,
como siempre ha sido,
y aunque siempre espero que te vaya bien,
ha sucedido.
No sé si eres tú, o lo que te imaginas,
pero pones tan altas tus expectativas,
que cuando no se cumplen, sufres mucho.
Y sabes que siempre estaré aquí, no me importa,
que hayas besado otros labios o
hayas hecho el amor con alguien más.
Cuando te conocí, ya teníamos historia.
Yo había y he pasado por muchas otras,
y algunas las quise, pero no como a ti.
Tú vas a ser la némesis de mi vida.
Contigo me he de morir,
pensando en tus labios y tu cuerpo.
No sé si me alcance la vida para tenerte de nuevo,
pero en mis sueños, en mis pesadillas,
siempre estarás tú al principio y al final.
Me has hecho ser lo que soy, un hombre entero,
con muchos defectos y pocas virtudes.
Te agradezco haber sido y siempre lo serás,
el amor de mi vida.
Te extrañaré mucho, hasta que vuelvas.
Y si acaso no hay esperanza, te prometo que,
ya en mi tumba, siempre habrá un pensamiento para ti.
Te esperaré, mirando al infinito, por si quieres volver.
Y quisiera que así fuera.
Y si tengo que esperar, espero que todo esto se acabe
pronto,
ir contigo, a tus brazos y perdonarnos todo, todo lo que
hicimos.