Un ciempiés quería zapatos
se fue a comprarlos al centro
corriendo a La Lagunilla
internóse muy adentro.
- Señor, yo calzo del nueve
los ocho me quedan chicos.
Los diez me quedan grandotes
Por qué me dio los del cinco?
- Es que solo tengo de esos.
Si usted acá es tan faroles
pues vaya a comprar sus \"papos\"
a otro lugar más finoles.
El ciempiés se fue muy triste
ya le dolían sus cien patas.
Llegó a buscar a Tepito
unos tenis o alpargatas.
- Señor, quiero unos zapatos
cómodos y calientitos.
Los quiero muy confortables
y buenos, mis zapatitos
- Aquí tengo éstos muy buenos.
Qué le parecen, paisano.
Soy lo mejorcito de\'ora
y a un precio muy bueno y sano.
- Me da unos cincuenta pares
cincuenta pares del ocho.
- Nada más tengo poquitos
me quedan como dieciocho.
- No puede ser! Por qué siempre
de todas mis cien patitas
por lo menos treinta y cuatro
las traigo lastimaditas?