Hay días que pesan en el alma,
donde los sonidos ensordecen
y las heridas te roban la calma.
Hay días tan solitarios como hoy,
donde amanece de madrugada
y la cuenta del tiempo te fractura.
Hay días llenos de turbulencias,
donde la marea no te deja ni sonreír
y extrañas a la persona que fuiste.
Hay días de lidiar consigo mismo,
donde solo intentas perdonarte
y hacer las pases con el pasado.
Hay días donde el vaso se derrama,
donde el miedo y el frío te absorben
y no encuentras refugio en la cama.
Hay días donde te llega el insomnio,
donde despiertas cada par de horas
y un par de horas piensas en la nada.
Hay días donde te faltan motivos y te in hundan en las grietas las razones.
Hay días donde te faltan razones y te sobran motivos para sofocar los sentidos.
Y entonces amanece, solo para darte cuenta que hoy es un nuevo día y que los que vienen vendrán, los que lleguen llegarán y los que se vayan, se irán.
Hay días como hoy, donde cuido mi desvelo, consuelo mi corazón y abrazo a la vida.