Introducir la mirada,
En el botón desgastado, en la cordón que cruza una y otra vez mi calzado, como el viento que a veces se entrelaza con lo que he pensado acerca del pasado. Hoy me he sentido pesado, posando solo mis ratos en los entre-tantos, que son tan baratos y calmados, al no disipar la duda, llenando cualquier escenario, con mi canto al atardecer, con mi llanto, he estado abrumado, cansado y sin tejado, abstraído al silencio, murmurando, preso en el precipicio que he sido condenado, tenso a cualquier precio que sea anunciado, por la voz de los peones, vociferado y gesticulado, turbado y atrapado en el paso lento y desalentado de ir ya más sin plan, de llevar siempre hambre de pan y prado, de mar y curanto...y de espanto ir curado...