Llega Abril, anunciando con la bufanda que le envuelve el arribo de días fríos.
Llega Abril, cambiando el paisaje con verdes hojas que se visten de marrón.
Llega Abril, dándole más espacio a la luz blanca de la luna que al brillo del sol.
Llega Abril, provocando que mi cuerpo se erice con la brisa fresca del otoño.
Llega Abril, transformando los gestos de las mañanas y las caricias del ocaso.
Llega Abril, pero no cambia mis deseos de abrazar el calor de tu piel.
Llega Abril, y no logra quitarme la envolvente brisa templada de tus besos.
Llega Abril, y no consigue aquietar la luz brillante y serena de tu mirada.
Llega Abril, y poco me importa si la fusión de nuestros cuerpos crea primavera.
Llega Abril y sólo estoy seguro que te quiero más que en Marzo y menos que en Mayo.