Llora si quieres llorar,
la fuente de lágrimas
es inagotable.
Es como tener el mar
condensado en los ojos
y vaciarlo poco a poco,
pero jamás del todo.
Llora si quieres llorar,
a gritos o en silencio;
que tus lágrimas de sal
las seque el viento
de tu rostro o del suelo,
y que las borre el tiempo
del recuerdo sin consuelo.
Llora si quieres llorar,
exprime tus ojos como
limones en una taza de té;
nadie llora por siempre,
amor mío, nadie;
por más triste que esté.
—Felicio Flores