José Esteban Chávarro Cuéllar.

CÓMO QUEDAN LAS ALMAS.

¿CÓMO QUEDAN LAS ALMAS?

 

¿Cómo quedan las almas

después de una partida?

 

¿Cómo quedan las almas

luego de dar los ojos

de mirada en mirada?

 

Luego de abrir las puertas

de nuestras emociones,

 

Luego enamorarnos

de algún amor lejano

y sentirnos gloriosos

tomados de la mano.

 

¿Cómo quedan las almas

luego de despedirnos

de ese grato allegado?

 

Luego de verlo irse,

luego de vernos irnos

con las manos cerradas,

tal vez vacías de todo,

tal vez llenas de nada.

 

¿Cómo quedan las almas

luego de despedirse?

 

¿Será que solo quedan

mutuamente obligadas

al aferro inhumano

de su mismo quebranto?

 

Contemplando esa chispa

que les aviva el fuego

y que tan de repente

también sepa apagarlo.

 

Rompiéndose sus sueños

y en la nada enterrándolos,

 

Exiliando los mundos

de sus propios mañanas,

 

 Condenándose al éter

de las nubes heladas.

 

¿Cómo quedan las almas

después de esa partida?

 

¿Cómo quedan los vivos?

¿Cómo queda la vida?

 

¿La palabra es la misma?

¿Ciertamente la misma?

 

Pues veo en otras tierras

de ayeres recordados

que entre tardes y estrellas

la voz de mi pasado

se ensanchaba de gozo

en la mar de mis labios,

empapando mi pecho

de corazón humano

también entre las aguas

de la mar de otros labios.

 

Y ahora en estas tierras

de mi presente llano,

una muda palabra

se quiebra sin pensarlo.

 

Entonces, no es la misma,

ciertamente la misma,

porque ayer era el himno

de la gloria de ayer,

porque ahora es la calma

del silencio de ahora,

y, porque tal vez sea,

para mañana, el verso,

de la voz del mañana.

 

Solo queda en la mente

un vaivén incesante...

esa naufraga incógnita

de respuesta triunfante.

 

¿Cómo quedan las almas

después de una partida?

 

Y quizás su respuesta

la mencione la vida

cuando acerque a mi rostro

mi sonrisa perdida

y le enseñe a mi alma

con su propio espejismo,

la respuesta en seguida.

 

Chávarro.C