Si mi vida di por perdida,
a qué, ahora, tanto antojo
e ilusión ficticia? Oh, vida,
que masacraste mi deseo
nada más comenzar, si, después
de tan largo viaje, me animas
a levar anclas y a sublevar, cómo
corresponderte, con tan escaso
ímpetu y capacidad?
Déjame pues, con mi abandono,
y el humano deseo de descansar.
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