Te quiero sin quererte,
te amo sin pensarlo,
te siento sin saberlo
y sabiéndolo te aclamo.
Te hablo en mi silencio,
te miro con ojos cerrados,
te sigo ya sin seguirte
y te desvisto cuando te llamo.
Te recuerdo sin olvido,
te acaricio sin usar las manos,
te beso el alma y cuerpo
y ante tu desnudez... me callo.
Y vuelvo por tu camino,
respirando aromas lejanas
que me llevan hacia ti
para habitar tu espacio.
Con un amor que hiere,
con un querer de espasmos,
con un reír sin sonrisas
y besos de labios sellados.