Ramón Bonachí
Fantasmas.
Hay culpa en los charcos de mi pena
y en las venas la sangre es solo barro,
detrás de cada beso hay un guijarro
y dentro de los ojos solo arena.
Incluso en el silencio más profundo
se refleja el dolor constantemente,
de los labios emerge de repente
el nombre de un recuerdo moribundo .
A menudo con lágrimas avivo
preguntass que se quedan sin respuesta,
y es tan grande la nada que se presta
que me cuesta pensar que sigo vivo.
Las calles de mi vida son espinas
de rosas que se han muerto en las esquinas.