Poco a poco ella se iba volviendo Piedra y el cielo misteriosamente le alumbraba con una luz que no era de la Luna ni de ninguna Estrella.
El viento de madrugada se le llevaba sin querer o queriendo cada noche, un trocito de su alma, y allí estaba ella, sin poder moverse, sin poder hacer nada, más que rezar sin saber a quién rezaba.
Yo pasé casualmente un día por el camino que ella estaba, me pareció tan bella como tan tierna, le pedí permiso para besarle los pies.
- Tienes un pensamiento abstracto ....me dijo ella
- ¿ Que pies dices que me quieres besar ?
¿ Acaso no ves que soy una Piedra en el medio de la nada?
- Bueno, le contesté, - es que soy un Bardo sensitivo y como puedes ver ya camino de la vejez, sé que dentro de ti hay una bella mujer, lo adivino, lo presiento, huelo tu esencia de mujer, tengo total certeza de ello, por eso quería demostrarte mi cariño aquí en el medio del silencio de la tierra y el cielo
Antes que me volviera hablar aquella preciosa Piedra, me fijé que a su lado habían nacido tres rosas del desierto, y sin dejarme pensar en ello, la bella Piedra me volvió hablar
- ¿ Te has fijado Poeta que el horizonte hoy está rojo?
Eso quiere decir que mañana habrá mucho viento, te sugiero que te vayas pronto y te refugies lo antes posible, pues por estos parajes el viento suele venir acompañado de una tormenta de arena, que te hace insufrible el respirar.
- Tienes razón Esmeralda, me voy ya de aquí, ha sido un placer conocerte, no te digo si te quieres venir porque por alguna razón has elegido este lugar para quedar, que tengas una vida llena de paz ,
Hasta siempre...
Y al retornar al camino para llegar lo antes posible a mi destino, la Piedra me volvió a preguntar:
- Poeta, ¿ Como sabes mi nombre ? que yo recuerde, en ningún momento te he dicho como me llamo.
- Bueno, le respondí sonriendo, eres una Piedra preciosa y tu color es verde esmeralda, la deducción no es tan difícil.
Antes que te vayas querido Poeta
¿ Me pregunto si me darías ahora ese beso ?
- Será un verdadero placer Esmeralda, le di suavemente un beso cariñoso y me despedí como se despide alguien de un buen amigo, luego ya caminando, haciendo camino al andar, pensaba en Esmeralda y en mi, en el sentido, de que creía que ella y yo éramos muy parecidos, ella eligió ser Piedra y vivir en soledad, yo, decidí andar por los caminos que un caminante camina caminando sin querer llegar a ningún lugar.
A todos nos sobran muchos motivos para elegir a dónde ir y dónde quedar, y sin embargo siempre nos queda un sentimiento de insatisfacción, será porque en el fondo nunca sabemos realmente lo que queremos, la duda siempre nos acompaña, pero esa hermosa Piedra, será difícil de olvidar.
sMael Lorens
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de Autor 16/ 04/2021
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