Tengo dos esperanzas. Una que se mira en el río. La otra a tí te alcanza. Con ella vuelvo a ser un crío. Esta mañana el río calla. La multitud murmura. Hay silencio, no hay metralla. Sólo llora una criatura. Vive el Guadalquivir. Duerme el mar. Aquí tú tienes que vivir. Triste el que llora. Alegre es el reír. El pobre implora.