Pluma de Fuego

Hoja en Blanco

Llego un sobre a mi buzón,

en el poseía una hoja en blanco,

lo que parecía ser una carta,

cuyo destinatario mi corazón,

leía como una blanca pancarta.

 

En el aire de la tarde volaba la melancolía,

pensando que no me amabas;

o eso era lo que yo suponía,

si aún la recuerdo, era gris y fría,

un poco más y lloraba el día.

 

Y comenzó… perlas del cielo descendían,

que la hoja en blanco rociarían,

oh sorpresa la mía! en el humedecido papel,

tus sentimientos hacia mí se desvelarían.

 

Amor mío: Los momentos que pase junto a ti,

fueron mágicos,

el perderte ha sido para mí,

algo muy trágico.

Vuelve a mí, te amo, te soñe, te necesito,

mi vida sin ti no tiene sentido,

no me dejes en el olvido,

amame, regresa a mí;

por favor te lo pido.

 

Ahora tengo que responder…

realmente no se que hacer,

es tan hermosa,

la amo como una diosa,

solo por ella y más nadie he de ceder.

 

Llega el atardecer,

debo hermosos versos para ella componer,

porque la coraza de su corazón,

al final por mi amor y forma de ser,

he logrado romper.

 

Amada mía: Siempre te he de amar,

eres tan hermosa, cual diosa;

solo por ti y más nadie he de ceder,

contigo he de estar al despertar,

luego de contigo soñar,

te dare un beso intenso,

que dure toda la eternidad,

para consagrar este amor que sentimos,

que lo disfrutaremos en vida y aún si morimos.

Dos vidas, dos almas unidas,

nutriéndose de amor por la vía transcurrida.

Te amo y siempre te amare,

mi amor, amada mía.