No me verás llorando por tí,
o andar trás tuyo, mejor me voy
a navegar en veleros de días
cortos, y de beber no te afane
que ése gusto no te lo haré,
eso días de descanso estaré
entré esa casita de caña y madera,
allá en el campo; el canto del gallo
que me levante y disfrutaré de ti
por tú engaño, eso se lo dejo al
creador. Solo sé que no entraré
en pena porque estaré felíz, sin
tú maldad que llevas en tú corazón.