Con un rayito de luna me quedé
dormido, pensando que tú ibas a venir.
Ni en el sueño te tuve, llegó el día,
el sol me despertó, alegre me fui
a mi trabajo y unas gaviotas con
su chillido felices alimentándose;
que bonito es que hasta un paisaje
se reflejaba, que hasta me inspire;
y de vos mujer ni en mi pensamiento
estás por tú ingratitud que tienes en tí.