Sólo tú...
Puedes escuchar mi alma...
Sólo tú... Luna...
¿Cuántos son los cantos que resuenan ya?
Deseos, que mediante los siglos han surcado el cielo para llegar al puerto de los poetas que no escriben y que a menudo pierden la cabeza...
Tú, que acoges los suspiros de los que sufren y regalas un sueño a cada alma...
Luna, tú...
Que ahora me miras, escúchame...
Sólo tú...
Luna, tú...
Que conoces el tiempo de la eternidad y el sendero estrecho de la verdad, por favor brilla más dentro de mi corazón, este corazón de un hombre que no sabe que hay amores que destruyen corazones, como un fuego que puede quemar tu alma...
Luna, tú...
El cielo iluminas y su inmensidad, muestras sólo la mitad que deseas, como nosotros casi siempre lo hacemos...
Almas de papel que se queman, corazones que caen como hojas, sueños hechos de aire que se desvanecen... somos hijos de la tierra e hijos tuyos...
Pero es con el amor que respiran nuestros corazones y es la fuerza que todo lo mueve e ilumina...
Sólo tú, que puedes escuchar mi alma...
Luna... Tú...