Hacia dónde voy?
Estoy perdido, es intensa tu forma de respirar,
Comienzo con besos en el cuello,
sigo a tus orejas sin apartarme de tu piel,
es un recorrido íntimo, con perfecta sintonía.
Hueles a rosa, a tu perfume favorito,
tus poros están abiertos,
tu cuerpo tiene la humedad que esperaba,
tu temperatura era fría, y tiemblas al igual que la tierra
en un sismo de 7.8 grados.
Ahora estás más caliente que el Sol.
Sigo tocándote despacio,
Como si no hubiera un mañana.
Tu piel se sonroja una vez más,
Te toco tus pechos,
están más duros al tacto que la última vez,
sigo conquistando tu cuerpo y este suena como guitarra
que toca una melodía uniforme.
Llego a tu vientre, recuerdo la primera vez,
Como tantas veces, lloras de placer.
Poco a poco llego hasta tu sexo, está tan mojado
Que parece que ha acabado de llover,
mi lengua ama este sitio de temperatura cálida,
y de olor a selva.
Comienzo a juguetear con tu clítoris,
buscando ese punto que te hace estallar,
como un mar embravecido.
Juego con mis dedos y los introduzco despacito hasta el final,
Primero uno, luego dos y al final, todos caben dentro de tu ser, bien
pegaditos dentro de tu vagina.
Tienes ese olor a hembra fértil que inunda mi cuarto y dura varios días
En el ambiente.
Yo trato de respirar, y seguir está travesía,
Que tuvo un principio, pero el final tardará en llegar.
Quieres más, sin temor a lo que viene, gritas de placer
Asumes la posición de tigresa que tanto me gusta,
De un momento a otro tomas el control,
Eres una amazona que quiere montar el potro joven y salvaje.
De un segundo a otro estás arriba, en la posición que tanto disfrutas
Tocas mi pene, el cual está tan duro como un pino,
Lo introduces en tu boca, y siento un placer infinito cuando tus labios
lo succionan como una abeja la flor.
Eres incansable, aunque no te quepa en la boca, haces todo lo posible
Y hasta lo imposible.
Ya es hora de penetrarte, lo hago despacio sin querer herirte,
y luego más rápido, te contorneas como una serpiente en la búsqueda de
más placer, eres una bailarina exótica en la cama.
Te pones en posiciones impensables, y yo te sigo en tus peripecias,
Como un lobo a su presa.
Es una lucha sana no hay vencedores ni vencidos, seguimos junto este juego
Que nos gusta tanto, y llegamos junto a un orgasmo sin fin.