Este año que va, apenas la tercera parte y ha estado lleno de constantes
cambios; y no me alegro por ninguno de ellos, pero me sorprenden
porque siempre han sido para mejorar; es como si el camino se fuera
allanando; personas, lugares, sucesos, se van desvaneciendo…
para dar paso a personas, cosas, lugares y nuevos acontecimientos.
Ya no temo a lo que vendrá, porque si algo he aprendido, es a evolucionar;
a veces nos cuesta trabajo ser desapegados, pero la vida nos muestra
que siempre estamos en constante cambio; y no porque haya algo mejor
o algo peor; solo nos vamos perfeccionando, aunque sea algo inacabable.
Espiritualidad, superficialidad, fuerza, debilidad, duda, fe, amor, abandono;
todas las emociones se están mezclando constantemente en el bowl de la vida.
A veces el destino nos juega malas bromas, otras veces nos mima inmerecidamente;
todo es un continuo devenir en este tránsito del cual solo somos pasajeros momentáneos