Es Coesa pequeña, dulce y tierna;
tiene el alma más pura y candorosa.
Ella surca su cielo en tobilleras
sobre nubes de tul color de rosa.
Cuando duerme parecen medias lunas
sus ojitos cerrados a las horas
y al abrirlos parece que su sueño
fue tocado por blancas mariposas.
Yo le canto una nana entre mis brazos
y la arrullo al vaivén de suave ola...
se acurruca en mi pecho y me parece
que atesoro la paz de una paloma.
Al pegarla a mi seno pienso, entonces
cuán bendita es la vida y qué grandiosa
al gestar un milagro a dos latidos
con su lira de amor más melodiosa.