Con la fuerza de un relámpago
y la voz de inmenso trueno,
gritaré cuánto te quiero,
repetiré cuánto te amo;
resonará en el espacio,
como un interminable eco,
que mi amor es algo eterno
expresado por mis manos;
y lo oirás en lontananza,
como lejano suspiro,
como lamento de mi alma;
tú retornarás conmigo,
inextinguible es la llama,
a consumar mis delirios...