El cielo azul
su añil, nos entregaba,
en la mañana.
Un nuevo día
venía a nuestro encuentro
por la ventana.
El sol nacía,
llegando con sus rayos
un tanto tímidos.
Hoy, en presente,
recuerdo aquel pasado
y grato instante.
Lanzo un suspiro,
la sangre se acelera
sin darme cuenta.
Vivo el pasado,
lo añoro y le deseo,
dicen mis labios.
Así vivimos
de espaldas al pasado
y ante el futuro.
Muchas preguntas
hoy son interrogantes
e incertidumbres.
Pero en el cielo
hay ángeles pendientes
de nuestros pasos.
Rafael Sánchez Ortega ©
18/04/22