Desterrado de todo mirar
deambulo entre humanos
repletos de inerte sombra,
sin ser percibido, abandonado,
sumergido en tinieblas
donde la luz de unos ojos
no colman mi desventura;
Vacio, repleto de desdén
acumulado entre décadas
recorridas sin sentido
entre los seres que he amado,
ocultando a veces vergüenza
huérfanas de orgullo.
Vacio y ya no me siento,
ni siquiera pueblo pensamientos
que me brinden alegrías
aunque sean vanas,
un triste momento,
una sola queja ahogada
es lo ultimo que me mora,
que atiborra mi cama
donde descansa inerte
mi calcinado cuerpo.
Vacio y quizás sea mi destino
entregar todo en un aliento
para dejar huella de que estuve,
de que fui, de que existí,
en un rincón oscuro
que me brindo la vida
y que me arrebato el tiempo;
Quizás no fui, ni siquiera soy,
para que mis ruegos
signifiquen algo en oídos ajenos,
en el simulacro cruel
de una senda plagada de olvidos.
Vacio y ya no tengo nada
quizás delirante nunca tuve
y así deambulante sin saberlo
esperando iluso una señal
para saber que no fui en vano
huésped mudo de este mundo...