De la nada
Surgiste como la luna
para brillar en mis noches,
y me amaste sin reproches
quitandote tu vestido de cuna
y te acaricie como a ninguna,
te roze como te roza el viento
mientras se detenía el tiempo,
en una noche tan magica
como también enigmática
hasta quedarnos sin aliento.
Me enseñaste otra manera,
para amarte más profunda
donde la pasion fue rotunda,
apezar de tu mirada altanera
me habituaste a que creyera
en la comunicación del amor
mostrandome el esplendor,
de tu alma y su sencillez
que pinte en la desnudez
de un lienzo sin color.
Pudimos cruzar caminos
entender nuestras vidas
y volverlas mas divertidas
apezar de lo que sufrimos,
y supimos unir los destinos
con este amor hoy, forastero
volviendo el dolor pasajero
abrazandonos a las sabanas
y en la montaña las campanas
trayendonos por este sendero.