Amores
que vienen.
Amores
que van.
Amores
románticos
bajo la acacia
romántica.
Anores borrascosos.
Amores que hieren...
Amores que engalanan...
Dos amores que se aman reventando
savia melosa.
Dos amores que se abren
en labios de pasión.
Manos unidas
por el camino
de la esperanza
soñada...
Sueños que miran
lejanos horizontes
que nunca llegarán...
Dos lagrimones que ruedan
de las pestañas
al mar
de la mar turbulenta...
Dos labios que suspiran
en noche
de luna,
en noche
de estrellas.
Suspiros
de un amor imposible
asomado al alféizar
de la ventana,
teniendo soledad
el alma enamorada.
Dos amores -que son el suyo y el mío-
se han roto por la madrugada...
(¿Por qué el aire de su queja estará
tan ahogado
en la cárcel de la distancia?)
(Salvador)