Mirando el mundo
hasta el sol tiene los rayos mal cocidos.
En ese continente su luz adoba lento la limosna,
los tigres cantan diana al alba
esperando despertar la carne
que han de desayunarse.
Con palabras
¡ No soy yo quien derrite tu siesta!
Sentirse miserable
hace justicia a la cordura, a veces.
Ensayar melodias
con una guitarra sin sus cuerdas.