ALam

ROSAS Y DIAMANTES.

 

 

 

I

 

Un corazón late en el pecho, sí ...

un corazón tan cierto ...

 

Quien te vió, chavalita, bajo la lluvia 

con el epigastro al tono de desvelos,

las mejillas violeta, sin zapatos

y los brazos del hambre bien dispuestos...

 

Yo no te conocí mas , imagino

cuantas lunas verías empolvadas de sueños

con un vaso de néctar tan ausente ...

con desierto hacia fuera y mar adentro.

 

III

 

No se torna violeta el filo del rubí

cada vez que lo estrellas contra tu pecho.

No se descalza el oro en el asfalto urbano

ni se enmohece el dólar sobre tu cielo.

 

La piel de tu memoria al fin se torna suave

con perlas trepidantes en su epicentro.

 

Se impregna almohadón de seda, bordado fino,

con el suntuoso aroma de tus cabellos.

 

Rosario adamantino 

en barco alabastrino llegas a puerto.

 

III

 

Un corazón late en el pecho, si ...

un corazón tan cierto ...

 

Manecilla dorada

en el hado contínuo de un aeropuerto 

y las rosas de tu alma

oscilantes turbinas

aleatorias en páginas del tiempo.

 

IV

 

No te evalúe el índice somero;

no , sin mojarse en río de tus recuerdos...

Pues, hay un corazón que late en tu pecho, si ...

un corazón pletórico , tan cierto.