Las flores están marchitas
ya se fue la primavera
se secó, la enredadera,
así como sus hojitas.
Frescas eran tan bonitas
cuando apareció la aurora
enarbolando la flora
con sus diversos colores.
¡Bonitas eran las flores,
que se marchitan ahora!
Pero todo va cambiando,
porque todo se termina.
Si una semilla germina,
pronto va desarrollando.
Su fruto, va madurando,
para proveer más vida,
la vida, crece nutrida,
frondosa como arboleda
la que al final siempre queda
como una dama dormida.
Pero es la ley de la vida
y nada habrá que temer.
Sea un hombre o una mujer,
verá la muerte cumplida.
Y la tristeza, valida,
cuando muere un ser que amando
tus ojos, ya van llorando,
buscando adentro un consuelo
cuando el doloroso duelo
el alma va penetrando.
La vida sigue su marcha,
nunca detengas tus pasos.
Ve superando fracasos,
pero nunca a contramarcha.
Si el camino tiene escarcha
ya saldrá la luz del sol
pintando con su arrebol
las nubes que hay en el cielo.
No pierdas nunca tu anhelo…
¡Qué siempre habrá un tornasol!