Intentar concebir tu misterio
Es igual a disolver el color de las hojas
Es cambiar el cielo por la tierra
Es convertir en fuego el hambre del mundo
Bendito el día donde leímos ese mensaje grabado en las piedras
Bendita la melancolía que nos poseyó
Como esos ángeles que nos gobiernan de reojo
Intentaremos no dejar de luchar por tu nombre
Intentaremos rumiar todas las visiones del poseído
Mientras expulsas de tus jardines a avispas y abejas
¿Qué pasará con la flor?
Es nuestra mentira tu máxima verdad
Es el secreto que se escapa por tu boca
La que confiesa la rebelión del cuerpo con la mente
Ya no nos pueden salvar más las religiones
Sabemos que cuando el final se acerque
Más secuestraremos a Dios
Para ponerlo como la excusa de la libertad que insuflan tus venas
Ven y dime que no fuiste poseída por el Sol
O por la condición que multiplica el rencor de tu carne.