Dame la rosa amor
y en ese preciso instante
aleja de mi el dolor
que gravita sobre mi piel.
Siembra de ternura este
manantial de alegría
porque ansío en otro cuerpo
fundirme
Mi vida transita a cada paso
por este paisaje furtivo
que rompe estereotipos
y encuentra su sentido en el
deseo de amarte, en la pasión
deslizándose entre nuestros cuerpos
con sentido de plenitud
Tanto tiempo entre las sombras
me animan a vencer al miedo
con la sola intención de huir
solo, hacia tu boca, experimentar
la sensación de nuevo que emerge
espontánea en nuestros cuerpos.
Es el momento del ahora, el tiempo de florecer
para alzar la voz y gritar tu nombre, Sandra
con un te quiero de tu amiga Sole.