Cavilar difuso
de Pesares sin Rumbo,
Y de esa maldita Ilusión
que trampea Indigna
a los fecundos y Profundos Océanos
de aquellos Espíritus Blancos....
Piedras, Cenizas, Granitos que no pueden
Matar siglos
de Maldad Insolente...
Ya grito:
Basta ya, conmigo!
En la Inasible y Siniestra
Ocredad de mi Mente
Danzarán mis Secretos,
Y una Burla Insistente
de mi Ser en Misterio.
Busco Tenaz
Aquella Levadura del Ayer
Y una Antorcha que lumbre mi Pasado...
Que troque en Palabras
Todo lo que escribo....
Todo lo que Siento...
(En esta Noche de un Plenilunio cualquiera
Desgranaré, sin prisa, Mil Versos...
Y lloraré Mil Poesías,
aunque no puedas verme)...
(Patricia)