Rafael Huertes Lacalle

EL HORROR DE LA GUERRA

 

Olor a metralla y muerte

pesa e invade el gris ambiente.

La niña, observa impotente

un cuerpo inmóvil e inerte…

sobre él, en copos se vierte

blanca nieve sin cesar;

se paró su palpitar

es su padre en realidad

y, la triste crueldad

de la codicia y su errar.

 

Tiene en su manita rosa

cuanto en infancia heredó:

una brecha que le dolió

y una muñeca andrajosa…,

una mirada borrosa

y unas lágrimas heladas;

la cara y alma laceradas

sufren rotas de dolor,

causado por el horror

de unas vidas destrozadas.

 

Tiembla de miedo, sumida

en un  ancho y oscuro cielo.

El trauma y el desconsuelo

son mala compaña en la huida

para el resto de la vida

por lo que hoy es un atropello,

injurias con firma y sello

de un homicida demente,

criminal de guerra ingente

merecedor del degüello.

 

¡qué salga de su agujero!

dando dos pasos al frente,

si se creyó buena gente

debe enfrentarse el primero

y de respuesta, sugiero,

el porqué ha sucedido,

el porqué ha destruido

la belleza de la infancia,

la vida y la tolerancia…

¿quizá, por ser mal nacido?

 

 

Fdo.: Rafael Huertes Lacalle