No llego a las letras de Antonio Machado
ni el favorito señorito Don Lorca
que más se parece mi horca
mis poemas que el Crítico ha machacado.
No valgo pues, me aburre el famoso
ni tampoco ganarme el pan siendo poeta,
que casi prefiero chupar una teta
que mamar de versos algo caprichoso.
Yo soy el Vermeer más que el Picasso
con mis trovas de Kandinsky abstracto,
soy más Hilma Af Klint su acto
más cerca y posible me venza el fracaso.
Así que, verdad algo quede de mí,
pues este poeta pintor no acabe en hondura
y sí estas trovas humildes en ternura:
querer belleza en letras siempre creí.