Quiero que tú me quieras
como yo te quiero a ti,
con loco frenesí,
con acciones sinceras;
quisiera que me dieras
todo, como te di,
que recibas de mí
eso que siempre esperas;
eres mi consentida
la dueña de mi amor,
la razón de mi vida,
transmutaste el dolor,
mi antorcha encendida,
en eterna ilusión...