SOY.-

Alguien...

 

 

Alguien...

 

Sobre sus hombros las sobras del mundo 

pingan harapos bordados de zarria 

decrépito errabundo 

por la marisma arrastra 

ya sin pasado su triste figura.

Fría mirada perdida en la nada 

infausta desventura 

fatídica acompaña. 

Grita al silencio delira la mente 

todo su cuerpo febril le temblaba 

dejándole inconsciente. 

Desde sus dedos cayado resbala 

fiel compañero caído a su lado 

ojos abiertos sin ver propio ocaso.

 

                                        José.-