Ronald Solano J

EnajenaciĆ³n

Su presencia... Me hizo temblar,

mirando sus ojos reencontré mis temores

el fuego y las pasiones.

Es la misma tarde de verano

y el viento juega con el olor de su perfume,

y aunque muero por sentir su aliento

temo que  en sus labios

el momento se haga eterno...