Vampiresa, condenada
En las noches rondas mística mi sueño y mi sudor.
acechante, siempre deseada
Niña eterna, siempre dama y siempre dueña de mi voz.
Siete siglos no han plateado tus cabellos,
Tanta sangre no ha pintado tu rubor
Tus amores se han dormido con la historia,
Llena de gloria,
Eres la sombra,
Jugueteando eternamente a la escondida con el sol.
Vampiresa, devora mi alma,
No te quedes con las ansias de secar mi corazón,
Haz que tu boca, a cuchilladas,
Saboreando mi torrente sea mi eterna bendición.
Soy un lobo que quizás te ha imaginado
Y se duerme aullando al hilo de tu olor,
Si te acercas a mis brazos he de atarte,
y acariciarte,
Y enamorarte,
Cada instante, cada luna, cada siglo y cada sol.
Si navegas cual veneno en mis arterias,
soy tu esclavo, soy tu amante y tu peón,
y algún día para ya no ser materia,
vas a salvarme,
al devorarme,
y quemaremos nuestros cuerpos ante el sol de la pasión.
Ardego 2022, abril 22