Debo confesar algo...
Tengo miedo, no es el miedo a la rutina diaria, en la que por alguna razón, todos caemos; tampoco es el miedo a explotar mis emociones, por que aunque no lo parezca, soy bastante impulsivo y en su defecto extremista; mucho menos es el miedo a los placeres terrenales y espirituales, ya que de ambos he obtenido un conocimiento, sino satisfactorio, basto. A lo que tengo miedo es a dormir, a dormir todo el día a todas horas y en todo momento...
En algún sentido me identifico con las enfermas y enfermos mentales, esas almas que deambulan por las calles de la imaginación, superstición y sensación, creando situaciones lógicas - reales, aunque no lo crean y aunque no esté comprobado; ese es nuestro parecido y no, tampoco tengo miedo a eso; a lo que tengo miedo es a despertar algún día, ver un rostro y que me diga: \"Fue solo un sueño\".