Ay pobrecita niña, ay mi estrellita ilusa,
quien te entendiera, quieres ser tanto musa.
Te convertí en aromas tan fascinantes,
Te escribí como melodías relajantes,
tú querías más letras del abecedario,
querías que te escribiera lo extraordinario.
Florecita, sólo son cosas banales,
mis letras son sólo ficción y no reales;
me pediste que te escribiera bella poesía,
¿acaso no sabías que poesía es fantasía?
Las inmensurables noches amanecen,
los fantasiosos días temprano oscurecen
¿eres musa de aquel efímero pintor?
¿es que no me deseaste a mí como autor?
Anhelas la soledad y decadencia,
sueña princesa seguirá mi elocuencia.