Llevo la noche en el pecho,
llevo tu rostro en la mirada.
Llevo tu sonrisa en la mente
y en el alma llevo tus mañanas.
Llevo el corazón en las manos
y entre los labios llevo el alba.
Llevo tu aroma y tu canto
como el pez lleva el agua.
Llevo el viento frío mañanero
amarrado a la esperanza
y voy contando mis años
sin que tiempo diga nada.