Fátima Aranda

Fandangos encajonaos

Cuando escucho la lluvia en los cristales, 

pienso en la suerte que yo tengo.

Cuando escucho la lluvia en los cristales, 

pienso en la suerte que yo tengo.

Que el trigueño de tus ojos me alimenta 

y del agua de la lluvia me mantengo,

cuando corre por los bordes de tu calle.

 

No concibo esta tierra sin tu risa.

Yo quisiera que mi mente se alejara.

No concibo esta tierra sin tu risa

y yo quisiera que mi mente se alejara.

Mil años que entre vivos yo habitara, 

otros tantos me quedara en tus caricias 

aunque el toque de tus manos me abrasara.

 

Me dices que me vaya cuando quiera 

y yo abrazo esta cruz de mi destino.

Me dices que me vaya cuando quiera 

y yo abrazo esta cruz de mi destino.

Que lo andado se me clava entre los ojos

y no encuentro pa mis pies otros caminos 

que el que un día me llevara hasta tu vera. 

 

Tiré la caña en la arena

y pesqué rayos de colores

Tiré la caña en la arena

y pesqué rayos de colores.

Las conchas traían estrellas escondidas en sus cofres

para alumbrar la linterna del faro que mira al norte,

que el farero se ha dormío, arropado por la noche,

y el faro no se ha encendío.