Te llegará mi nombre con el viento,
de mí te acordarás aunque no quieras
tenerme tú querrás con primaveras
y tendré que decir ¡cuánto lo siento!
Me llenaré el orgullo de contento,
renunciaré a vivir entre quimeras,
acabarán por siempre las esperas,
y con ellas los días de tormento.
No me echaré a llorar, ¡es mi derecho!
seguiré el camino, siempre adelante,
aunque cause dolor la despedida.
Y disponga el amor de un triste lecho,
perdiendo la ilusión de ser tu amante.
¡No voy a detenerme ante la vida!