Después de tanto trajinar
mis rutas de peregrino;
con mas dolores que aciertos,
buscando el Amor perdido;
he quedado sin pretextos,
para no sentirte Amor mío.
Quitaste, por fin, al ego
toda mi atención;
robada hace algún tiempo,
por este fanfarrón.
Has inoculado,
a mi mente parlanchina,
vacunas de silencio;
inmunizando mi vida.
Este colérico amor,
me tenía amenazado:
“Que si no le consentía
se iría de mi lado”.
Por eso que no entendía,
en mi corazón de niño,
que el amor siendo hermoso;
manipulado por este tirano,
se volvía doloroso.
Hoy no tengo pretextos
para no sentirte Amor;
que belleza,¡ que tranquilidad !,
mi atención es toda tuya
bendito Sol primaveral.
Se que tu Amor, no tiene maletas;
y transitaré contigo,
por avenidas eternas;
y los ruidosos festejos externos,
sembrados de ceguera,
carnaval interior son,
de serafines,ángeles y sirenas
¡CUANTO TE AMO MI AMOR!