Mauro Enrique Lopez Z.

Espera en vano

Nueve de la noche no podía 

dormir, pensando cuando 

ibas a volver, que tontería la mía; 

tú gozando con otro, yo como 

un tonto esperando tú regreso. 

llegó en mí, un pensamiento 

hermoso de aquella dama, que 

la conocí en esa tarde lluviosa, 

que bonito fue que nos dimos

amor hasta la medianoche. 

Hoy solo quedan recuerdos bellos, 

 y de ti mujer no se porque tengo 

desvelo, pena y tu olvido, si nunca 

me has querido que tontería la mía.