La vida me abre sus puertas
de par en par cada día,
me guarda un sitio en su mesa,
me da consejos, me cuida,
me protege de la muerte,
la enfermedad, la desdicha,
pero yo no le hago caso,
¡es una vieja aburrida!
me escapo por la ventana
y voy buscando aventuras
camino por la maroma
dando saltos de alegría
nado en aguas turbulentas
y no llevo salvavidas
bebo, fumo, me peleo
salto sin paracaídas
juego hasta perder el resto
canto hasta la madrugada
y me tumbo en una esquina
a dormir la pajarraca.
Me despierto abochornado
vomitando mis locuras
no se ni dónde me encuentro
todo es silencio y penumbra.
Quiero regresar a casa
pero no encuentro el camino
he perdido la cartera,
las llaves y los amigos,
me arrastro y caigo rendido
empapado en la llovizna,
cierro los ojos y apago
las luces de mi sonrisa…
Pero despierto en mi lecho
con un café en la mesilla
el desayuno esperando
y una ducha calentita
ahora lo tengo muy claro
a pesar de mis desprecios
a pesar de mis locuras,
a pesar de mi insolencia,
¡me ha rescatado la vida!